Los riñones son dos órganos, cada uno aproximadamente del tamaño de un puño, ubicados justo debajo de la caja torácica (costillas), uno a cada lado de la columna vertebral.
Están formados por aproximadamente un millón de unidades de filtración llamadas nefronas; cada nefrona incluye un filtro llamado glomérulo, y un túbulo. Las nefronas funcionan a través de un proceso de dos pasos: el glomérulo filtra la sangre y el túbulo devuelve las sustancias necesarias a la sangre y elimina los desechos y el exceso de agua que se convierten en orina.
La función principal de los riñones es eliminar los desechos y el exceso de líquido del cuerpo, también eliminan el ácido que producen las células y mantienen un equilibrio saludable de agua, sales y minerales (como sodio, calcio, fósforo y potasio) en la sangre.
Sin este equilibrio, es posible que los nervios, los músculos y otros tejidos en el cuerpo no funcionen normalmente.
Los riñones también producen hormonas que ayudan a controlar la presión arterial, a producir glóbulos rojos y a mantener los huesos fuertes y saludables.
¿Sabes cómo fluye la sangre a través de los riñones?
La sangre llega al riñón a través de la arteria renal, un vaso sanguíneo grande que se ramifica en vasos sanguíneos cada vez más pequeños hasta que la sangre llega a las nefronas. Allí la sangre es filtrada por los diminutos vasos sanguíneos de los glomérulos y luego fluye fuera del riñón a través de la vena renal.
La sangre circula por los riñones muchas veces al día. En un solo día, los riñones filtran alrededor de 150 cuartos de galón de sangre, la mayor parte del agua y otras sustancias que se filtran a través de los glomérulos son devueltas a la sangre por los túbulos, solo 1 a 2 cuartos de galón se convierten en orina.
Sabiendo la función tan importante que tiene este órgano en nuestro organismo, queremos darte ocho recomendaciones para cuidar de manera responsable tus riñones:
- Mantenerse activo: hacer actividad física ayuda a reducir la presión arterial y por lo tanto reduce el riesgo de insuficiencia renal crónica.
- Controlar el nivel de azúcar en sangre: aproximadamente la mitad de las personas que tienen diabetes desarrollan daño renal, por lo que es importante que se realicen exámenes periódicos.
- Mantener la presión arterial controlada: el aumento de presión puede conducir a un derrame cerebral o ataque al corazón; también es la causa más común de daño renal.
- Comer sano y mantener un peso adecuado: incorporar diariamente a la dieta frutas y verduras. Esto puede ayudar a prevenir la diabetes, enfermedades cardiacas y otras condiciones asociadas con la enfermedad renal crónica.
- Mantenerse hidratado: beber abundante agua es fundamental para mantener los riñones en óptimas condiciones. Se aconseja consumir de 2 a 3 litros diarios.
- No fumar: el fumar disminuye el flujo de sangre en los riñones, lo que deteriora su capacidad de funcionar correctamente. Fumar también aumenta el riesgo de cáncer de riñón en un 50%. Es recomendable evitar otros vicios como el alcohol, que contribuye a que el riñón elimine más agua de la que ingiere; el exceso puede incrementar las posibilidades de una falla renal pues se evita que los riñones mantengan el equilibrio de los minerales y los líquidos del cuerpo, produciendo una obstrucción en su capacidad de filtrado.
- No tomar medicamentos de venta libre de forma regular: entre ellos, anti inflamatorios son conocidos por causar daño renal crónico si son consumidos de manera regular.
- Revisar la función renal: sobre todo si se cuenta con factores de alto riesgo como diabetes, presión alta, obesidad, entre otros.
Nuestro objetivo principal es cuidar la salud de nuestros pacientes y sus familiares, por eso siempre recomendamos que además de seguir nuestros consejos puedan acudir a su médico de cabecera para chequeos generales al menos una vez al año, de esta forma en caso de ser propenso a presentar una enfermedad renal pueda prevenirse o controlarse de forma inmediata.
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