El envejecimiento saludable, consiste en desarrollar y mantener la capacidad funcional que facilita el bienestar en edades avanzadas.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), esta capacidad funcional viene determinada por las competencias de cada persona (capacidades físicas y mentales), por el entorno en el que vive (físico, social y político), por las interacciones entre ambos y por la disposición de las personas para afrontar las adversidades.
Fomentar un envejecimiento saludable es prevenir y tratar enfermedades, promover la salud para poder mantener unas capacidades físicas y psíquicas óptimas y adaptar el entorno para facilitar la toma de decisiones saludables.
En este sentido, cabe recordar que los grupos sociales más desfavorecidos tienen menor posibilidad de tomar decisiones saludables, lo que traza trayectorias muy diferentes en torno a su envejecimiento. En consecuencia, conseguir un envejecimiento saludable para toda la población está estrechamente ligado a trabajar en la equidad para minimizar las brechas y desigualdades sociales y económicas.
Los datos de estudios realizados sugieren que una tercera parte de los adultos mayores convive con dos enfermedades y la mitad de este subgrupo de población padece más de dos patologías crónicas. Las más frecuentes son las enfermedades cardiovasculares (hipertensión, isquemias, hipercolesterolemia), seguidas de problemas del sistema nervioso central (desórdenes del sueño, problemas psiquiátricos, ansiedad, demencia), condiciones musculo-esqueléticas (reumatológicas, osteoporosis y fracturas), enfermedades del sistema gastrointestinal, problemas respiratorios, diabetes tipo 2 y cáncer.
La prevención de estas enfermedades debe ser una prioridad de salud pública que se practique a lo largo de toda la vida, y se intensifique en el adulto de mediana edad y avanzada edad.
En este sentido, fomentar la actividad física y la alimentación saludable y evitar el consumo de alcohol y tabaco, serán parte integral de la estrategia para prevenir todas estas enfermedades crónicas.
Cómo envejecer de manera activa y saludable
- Moverse: media hora de actividad física al día es suficiente para mejorar la salud. Basta con caminar, andar en bicicleta o subir escaleras en lugar de usar el ascensor. Si se tiene alguna patología que impide realizar ejercicio físico, es importante evitar el sedentarismo: cada hora, se aconseja dedicar dos minutos para estirarse, moverse por la habitación, rellenar un vaso de agua o ir al baño
- Relacionarse: el contacto con los amigos y la familia ayuda a estimular el cerebro. También contribuye a ello realizar actividades como lectura o escritura, juegos de mesa o pasatiempos
- Aprender: la jubilación es un buen momento para formarse, completar y ampliar los conocimientos y habilidades. Así se seguirá ejercitando la memoria. La edad no es un límite para aprender
- Comer de forma saludable y bebe suficiente agua: la dieta debe ser variada, completa y equilibrada. Se recomienda que, al menos, la mitad del plato contenga frutas, verduras y hortalizas (frescas o cocinadas). También se aconseja no consumir más de una o dos raciones a la semana de carne roja, carne grasa y carne procesada (tocino, embutidos, salchichas)
- Mantener una adecuada higiene bucodental: es importante cepillarse los dientes después de cada comida con pasta dental con flúor. Si se usa dentadura postiza, hay que limpiarla igual que los dientes, quitarla por la noche y, después de cepillarla con un cepillo de dientes, dejarla en un vaso con agua. Es importante acudir a las revisiones periódicas del dentista y, sobre todo, cuando las encías sangren o duelan
- Evitar el consumo de tabaco y alcohol: el tabaco aumenta el riesgo de desarrollar una enfermedad de las encías. Nunca es tarde para dejar de fumar
- Vacunarse: hay tres vacunas que se recomiendan a partir de los 65 años: gripe (cada año, cuando se inicie la campaña), tétanos (una dosis) y neumococo (para protegerse de enfermedades como la neumonía, la meningitis e infecciones en el torrente sanguíneo). A estas se añade ahora la vacuna contra la covid-19
- Consultar con el médico: si la persona nota (o alguien cercano ha notado) que desde hace un tiempo no puede realizar cosas que hacía en su vida diaria (actividad física, labores de casa, salir a la calle, leer, relacionarse con otras personas), se recomienda acudir al médico
Acompañar a sus seres queridos es importante, y es recomendable contar con un servicio profesional que ayude en el cuidado de la persona mayor, sobre todo si padece de alguna enfermedad que requiera atención médica.
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