El hogar es un lugar idóneo para los cuidados paliativos en los últimos momentos de la vida de un paciente terminal, esta atención debe ejercerse por equipos especializados, y no solo con una visión de cuidados hacia la persona enferma, sino que también integre a la familia como un aspecto importante de esos cuidados.

Desde hace ya unos años, esta labor puede ser desempeñada en el hogar cuando un médico lo indique, por lo que cobra una especial importancia la atención a la esfera emocional del paciente y de su familia.

A pesar de la dificultad para obtener datos, hay evidencia científica sobre la relación terapéutica que establecen las enfermeras con las familias de los pacientes que están en la fase final de sus vidas, destacando las siguientes conclusiones:

La enfermedad crónica afecta de manera diferente a la dinámica de cada familia según sus particularidades socioculturales, varios autores coinciden en que esta etapa puede ser una oportunidad para el desarrollo y la redefinición de los roles en el ámbito familiar.

Las capacidades y necesidades de familiares y del paciente están influidas por las personalidades individuales, los valores y las creencias, la aceptación del diagnóstico, las expectativas de atención a domicilio, y las circunstancias socioeconómicas .

Con respecto a los principales cuidados que demandan las familias, se identifican tres dimensiones de apoyo de los profesionales enfermeros en sus hogares: asistencia a la práctica del cuidado, asistencia emocional (aliviando la carga mental del cuidador) e información (sobre el estado del enfermo y sus complicaciones futuras).

Por otra parte, hay factores en común respecto a las demandas de los familiares y cuidadores hacia la asistencia de enfermería, incluyendo: una relación empática, la escucha, la comunicación, el tacto, el interés por el familiar enfermo. La profesionalidad, la calidad asistencial, la eficiencia en cuidados y una humanización del cuidado en los últimos momentos de la vida.

Hay limitaciones que condicionan el acceso emocional a las familias, al respecto es fundamental que el personal que ofrece los cuidados paliaticos pueda entrar en su mundo, ver las cosas a través de sus ojos y escuchar la participación de sus experiencias, ayudándoles a aceptar mejor su condición existencial, que hace del duelo, una situación menos dolorosa.

Este es, sin duda, uno de los retos para profesionales de enfermería en la atención a domicilio, explicar, orientar, aclarar son herramientas de ayuda para establecer una relación terapéutica con el familiar. Por consiguiente, la comunicación es una habilidad muy importante que debe tener la o el enfermero, lo que requiere una preparación profesional y tener apertura para el crecimiento personal.


Es necesario cumplir con las necesidades que requiere la persona enferma y su familia en una situación de tanta complejidad. El personal que asiste en casa debe tener las destrezas y conocimiento para este cuidado, no solo en aspectos técnicos, sino sobre todo en cómo abordar la complejidad de las situaciones a las que se enfrentan, incluyendo poder evaluar la sobrecarga emocional que les supone desarrollar sus tareas en un campo hostil, complejo y en ocasiones desagradable.

SMID pone a tu disposición profesionales altamente capacitados para esta atención tan particular, que no solo implica brindar cuidados paliativos a la persona enferma, sino también atender, guiar y acompañar a sus familiares con disposición, afecto y profesionalismo.

Nuestros 22 años de experiencia nos han permitido desarrollar procesos de reclutamiento y formación que garantizan que nuestros profesionales de enfermería tienen una gran calidad humana, además de la experticia profesional que permite una atención cercana y de calidad.

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