El vértigo se produce por una alteración del sistema vestibular, que es el responsable de nuestro equilibrio. Se conoce como vértigos a la sensación subjetiva de movimiento y de rotación del entorno sin que realmente exista.

Esta sensación aparece acompañada en la mayoría de las ocasiones de náuseas, vómitos, pérdida de equilibrio o la impresión de sufrir un desmayo. Están asociados con una alteración del equilibrio.

No hay que confundir los vértigos con los mareos, ya que estos producen sensación de inestabilidad y son más parecidos a la ebriedad. Los vértigos, sin embargo, producen a quien los padece la sensación de estar moviéndose su alrededor. Los vértigos pueden durar desde unas pocas horas hasta unos cuantos días. Pueden darse a cualquier edad, sin embargo, es más común que ocurra en las edades comprendidas entre los 40 y los 60 años, y afecta mayoritariamente a mujeres.

En el 85% de las ocasiones, los motivos por los que se producen los vertigos son auditivos. El resto de los casos suele producirse por anomalías en las cervicales.

Existen dos tipos de vértigos:       

  1. Vértigo periférico: es el tipo de vértigos más frecuente. Está originado por una afectación en el laberinto, situado en el oido interno y el nervio vestibular. Cuando se produce este tipo de vértigos, ocurre que el líquido de los canales semicirculares continúen moviéndose en dichos canales aunque el cuerpo y la cabeza hayan dejado de moverse. Es decir, la información que se envía al cerebro es contradictoria, porque el cuerpo está quieto pero el oído dice que no.
  2. Vértigo central: este tipo de vértigo es de origen cervical, se produce por alteraciones de los mecanismos neurológicos y puede provocar la visión doble, sensación de inestabilidad y fuertes dolores de cabeza.

¿Cuál es el diagnóstico de esta patología?

En primer lugar, es crítico diferenciar si efectivamente es vértigo lo que presenta el paciente. Este, a menudo, es el paso más difícil pues existe una gran variedad de síntomas que pueden estar superpuestos.

Es de suma importancia un interrogatorio y examen físico detallado y sistemático. El médico deberá evaluar tanto el oído en la parte que controla la audición, cuanto en la parte que se encarga del equilibrio, es fundamental también una adecuada valoración del sistema nervioso central. 

Esta patología es muy común, por eso, queremos recordarte que nuestros profesionales de la salud se encuentran a tu disposición para ayudarte a ti o a tu familiar para gestionar consultas o realizarlas en tu domicilio cumpliendo con todos los protocolos y normas de bioseguridad necesarias.

¿Tienes más dudas acerca de nuestros servicios?

¡Contáctanos!

SMID, experiencia y profesionalismo médico en la seguridad de tu hogar.

WhatsApp SMID en WhatsApp