La hospitalización en el hogar es un servicio que incluye intervenciones complejas, en el hogar, a corto plazo, sustituyendo parcial o completamente la hospitalización convencional. Personal hospitalario calificado presta el servicio durante un periodo de tiempo no mayor al de una hospitalización convencional relacionada con el diagnóstico del paciente.
Una plataforma tecnológica apoya las funcionalidades básicas de los servicios: (i) gestión de casos centrada en el paciente; (ii) mejora de la accesibilidad del paciente (centro de apoyo), y (iii) mejora de la coordinación de los profesionales de todos los niveles de atención sanitaria.
Si durante el período de hospitalización en el hogar, el paciente necesita una visita específica al hospital (por ejemplo, debido a un acontecimiento inesperado o a la necesidad de realizar pruebas), esto no implica el retiro del paciente de la hospitalización en casa, a menos que en el hospital fuera obligatoria la admisión. Todo el equipo de hospitalización en el hogar se reúne diariamente para compartir información, discutir sobre la evolución de los pacientes.
El hospital, que es la “meca” para la prestación de cuidados médicos complejos, no es un entorno de atención ideal para muchos pacientes. Eventos iatrogénicos como infecciones nosocomiales, llagas por presión, caídas y delirios son comunes. Nuevos trastornos que afectan la salud suelen producirse durante la estancia en el hospital. También se producen transiciones subóptimas en la atención en el momento del alta hospitalaria, lo que contribuye, irónicamente, a la readmisión en el hospital. Además, la atención hospitalaria es muy costosa.
¿Cuáles son los beneficios de la hospitalización en el hogar?
- Más comodidad y menor impacto familiar, social y profesional de la enfermedad.
- Resultados clínicos y seguridad equivalentes a los de la hospitalización convencional.
- Reducción del tiempo total de hospitalización y de las complicaciones asociadas.
- Reducción de la probabilidad de rehospitalización.
- Promoción de la participación de las personas más cercanas al paciente en su tratamiento.
- Promoción de la autonomía y la recuperación funcional.
La hospitalización en el hogar mantiene la calidad de la prestación de la asistencia sanitaria: Las visitas y la presencia de profesionales experimentados aseguran el acceso a tratamientos, equivalentes a los proporcionados en una hospitalización convencional.
La humanización y potenciación del papel de la familia: Asistencia personalizada, en el contexto del hogar, promoviendo la participación activa de la familia en un entorno más ajustado a las solicitudes y a la comodidad de los pacientes.
Los mismos derechos y deberes: Los derechos y deberes de los pacientes y del equipo responsable son los mismos, tanto en el internamiento hospitalario como en la hospitalización domiciliaria.
Aceptación voluntaria del modelo: La hospitalización domiciliaria es voluntaria y requiere el consentimiento formal del paciente y sus cuidadores, así como la confirmación de la existencia en el domicilio de los requisitos definidos por el equipo médico y de enfermería, que son necesarios en cada caso particular.
Rigor en los criterios de admisión y en el proceso de asistencia: La hospitalización en el domicilio conlleva unos criterios de admisión bien definidos y una planificación rigurosa de todo el proceso asistencial, desde el ingreso hasta el alta.
La importancia de la interacción entre la atención médica altamente especializada y los servicios de base comunitaria para generar valor sanitario mediante la transferencia de las complejidades de los servicios del hospital al hogar. Esto supone una labor de colaboración entre los distintos niveles de atención médica, aspecto que implica en sí mismo una serie de desafíos. Al abordar estos desafíos, podemos ver enfoques novedosos podrían como: especialistas con base en el hospital que se trasladan a equipos de hospitalización a domicilio que gestionan pacientes complejos en la comunidad; enfermeras habilitadas de hospitales y de atención primaria que dominan las prácticas de cuidados avanzados que podrían intervenir más allá de sus competencias profesionales tradicionales; o equipos mixtos de especialistas, profesionales de atención primaria y enfermeras habilitadas organizados para funcionar como una unidad sanitaria autogestionada.
Las tendencias recientes en materia de atención de la salud favorecen las alternativas a los cuidados agudos tradicionales en los hospitales. Entre ellas figuran el hacinamiento en los hospitales y áreas de emergencia; los rápidos avances en las tecnologías de telesalud que mejoran la capacidad de los médicos para observar a los pacientes, realizar exámenes e intercambiar información a distancia; el aumento de las expectativas de los consumidores de tener mejores experiencias de atención; y la presión para desarrollar alternativas de alta calidad y menos costosas a la atención hospitalaria. La atención hospitalaria en el hogar, que por lo general se define como los servicios clínicos prestados en asociación con la atención de pacientes hospitalizados agudos en la comunidad, es una de esas alternativas.
En muchos casos, la hospitalización en el hogar o el internamiento en el hogar puede ser una alternativa al internamiento hospitalario convencional.
En la hospitalización en el hogar, se garantiza una atención sanitaria con la diferenciación, complejidad e intensidad necesarias, equivalentes a las que se prestan en un hospital, pero aquí administradas en el hogar.
Para los pacientes, la hospitalización en el hogar significa también permanecer en la comodidad del hogar, más cerca de la familia y los amigos, y un menor riesgo de complicaciones asociadas a una estancia hospitalaria convencional.